Los metales preciosos incluyen el oro, la plata y el platino. Estos metales se extraen en pequeñas cantidades y su escasez los hace muy valiosos.
Hay diferentes formas de invertir en estos productos. Por ejemplo, puedes utilizar monedas o lingotes si deseas comprar metal físico. A algunos inversores les gusta este enfoque porque pueden recolectar metales y verlos como activos tangibles reales en lugar de acciones o contactos negociados en los mercados electrónicos.
Hasta el siglo pasado, la única forma de comercializar metales preciosos era comprando monedas, lingotes u otros productos elaborados con oro, plata o platino.
Diferentes factores afectan a estos productos. Además del rendimiento de las minas, que puede aumentar o disminuir la oferta, cuestiones como la inflación, la incertidumbre económica y la fortaleza del dólar estadounidense pueden afectar los precios del oro, la plata y otros metales.